Durante el Ordovcíco, y según parece por un importante efecto invernadero, la temepreatura de los oceanos rondaría los 45ºC, lo que hacía dificil la proliferación de la vida. Pero el análisis de los isótopos de oxigeno en fósiles de organismos denominados conodontos, ha permitido determinar que la temperatura a finales del Ordovícico (hace unos 460 millones de años) descendió de forma brusca, lo que permitió un aumento de la diversidad de organismos marinos.
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