El estudio de un molar de Neanderthal de hace 40.000 años encontrado en Grecia, ha permitido observar que el esmalte (y por tanto los alimentos y el agua ingeridos durante su formación, entre los 7 y 9 años de edad del individuo) presentaban distintas concentraciones de isótopos de estroncio que los sedimentos que lo enterraron tras su muerte. Estas distintintas concentraciones implican distintos tipos de suelo, de rocas y en definitiva de habitat y por tanto sugiere al menos un cambio de zona a lo largo de su vida.
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