El "hallazgo" (entre comillas porque los restos estaban en la tipoteca del Museo de París desde que un coleccionista italiano se los regaló a Napoleón Bonaparte a principios del XIX tras la invasión de Italia) de dos ejemplares de los géneros Heteronectes y Amphistium confirma que se trata de pleuronectiformes primitivos (antecesores por tanto de organismos como los lenguados) y que muestran un ojo parcialmente migrado hacia la zona dorsal (estadio intermedio entre la simetría bilateral y la situación de ambos ojos en uno de los lados). Este hecho desmonta los argumentos de, entre otros, quienes se apoyan en los lenguados para negar la evolución.
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