Esa ha sido la idea puesta en marcha por el Museo Jurásico de Asturias (MUJA) para la noche de difuntos. Más de 50 niños de entre 8 y 12 años disfrutaron junto a los dinosaurios y monitores disfrazados de brujas y monstruos de una noche inolvidable que concluyeron durmiendo a los pies del esqueleto del Camarasaurus del museo.
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entrada recomedada: La Nueva España